domingo, 1 de marzo de 2009

Relato 5: "¡Claustrofobia!"

"Cuando Roberto se despierta y abre los ojos, le sacude un fuerte escalofrío. Trata de moverse, pero no puede. Intenta mirar, pero no ve; pretende gritar pero apenas sus exiguas fuerzas liberan un grito ahogado..." Si no soportas los lugares cerrados, la historia de Roberto puede resultarte algo... agobiante.

Publicado en la antología "El taller de los cuentos oscuros" (Edit. Ecu 2007)

4 comentarios:

  1. Reconozco que este relato me ha descolocado un poco, tiene influencias de Poe y su entierro prematuro pero un enfoque muy actual, se lee muy bien e interesa, pero lo que no he entendido ha sido el final. Lo he releido, pero sigo sin pillarlo. Spoiler: supongo que son las captores quienes aparecen al final, pero no estoy seguro de que sea así.

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  2. En su primera escritura, dejaba bastante claro quien llegaba al final, pero por consejo de un amigo escritor, lo dejé abierto y la verdad es que es que se ofrecen varias posibilidades para esa "llegada", cualquiera de ellas válidas. Es el efecto que buscaba: que el lector decidiese cual era SU final.

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  3. Realmente, para los aprensivos este relato resulta asfixiante. He dejado de leer por esta noche porque casi me ahogo.
    Me ha recordado a un relato de Lovecraft (aunque no aparecen las ratas). Consigues el efecto que deseas :D

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  4. Eso que comentas es lo que le ocurre al protagonista, casi se ahoga, ¿o tal vez sí...?

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